Flebología – Centro de la Mujer | Clínica y Maternidad del Sol

Flebología

Flebología

Nuestro SERVICIO DE CIRUGÍA VASCULAR Y FLEBOLOGÍA cuenta con profesionales dedicados al diagnóstico, prevención y tratamiento de las enfermedades de los vasos sanguíneos.

Staff

Dr. Marramá, Marcelo
M.P. 10616 M.E. 4896
Dra. Rufeil, María Florencia
M.P. 32858 M.E. 17501

La Flebología es la especialidad médica dedicada al estudio de la anatomía y fisiología de las venas superficiales y profundas del cuerpo. Los métodos diagnósticos de esta disciplina se dividen en invasivos o no invasivos según necesiten atravesar la piel y los tejidos o sólo se realicen a un nivel superficial.

La Cirugía Vascular Periférica y Flebológica es una subespecialidad quirúrgica que se ocupa de las arterias, venas varicosas y linfáticos de todo el organismo, (con excepción del tórax y cerebro).

Patologías y tratamientos:

  • Ecodoppler: Ecografía que utiliza ondas de sonido para inspeccionar la circulación de la sangre por los vasos sanguíneos, permitiendo ver obstrucciones para un correcto diagnóstico. 
  • Tratamiento médico y quirúrgico de la patología de la vena safena y sus ramas comunicantes y vasos perforantes: stripping, láser endovascular y microcirugía.
  • Tratamiento médico y quirúrgico de la insuficiencia del sistema venoso profundo.
  • Síndrome de congestión pélvica (várices pelvianas).
  • Tratamiento de las úlceras de miembro inferior. 
  • Tratamiento de la varicorragia.
  • Infecciones, como Celulitis y Erisipela.
  • Profilaxis y tratamiento en trombosis venosa profunda, trombo-embolismo pulmonar y flebitis superficiales.
  • Tratamiento médico y quirúrgico del linfedema y linfangitis de miembros inferiores y superiores.
  • Tratamientos ambulatorios dermoestéticos para la enfermedad venosa de miembros inferiores.
  • Tratamiento médico y quirúrgico de anomalías vasculares congénitas.
  • Pie Diabético.
  • Enfermedad arterial periférica.

Várices: la patología más frecuente

Las várices se producen como consecuencia de una mala circulación sanguínea que da lugar a una dilatación excesiva y permanente en las venas. Este trastorno es más frecuente en las mujeres, y en su aparición influyen la herencia, las hormonas, el embarazo y la obesidad.

Entre los síntomas más comunes se encuentran picores, dolor, cansancio, pesadez, hinchazón, calambres, cosquilleos y sensación de piernas dormidas.

Se clasifican de acuerdo a su tamaño. Podemos distinguir entre las de mayor entidad que son venas dilatadas que sobresalen en la piel; las siguen venas de hasta tres centímetros -denominadas várices reticulares- que se aprecian por trasparencia en la piel, pero no tienen prominencia; y las arañas vasculares que son venitas capilares que se encuentran en la epidermis.

El tratamiento consiste en la eliminación de las venas enfermas. En principio, nuestro Servicio de Diagnóstico por Imágenes realiza el Ecodoppler, ecografía que permite valorar el estado de la circulación venosa para, de esta manera, elegir la técnica más adecuada:

  • Stripping 

Es la técnica clásica para la intervención de las várices, que consiste en la extirpación completa de la vena safena. Esta cirugía convencional se realiza con anestesia general o epidural dependiendo el caso. Es la menos recomendada, por tratarse de una técnica invasiva, con un postoperatorio doloroso y una recuperación lenta.

  • Cirugía con Láser Endovascular

El tratamiento con láser endovenoso se utiliza para várices que por ser demasiado grandes o profundas, no pueden ser tratadas con escleroterapia u otros tratamientos. Esta cirugía reemplaza a la cirugía convencional, por ser mínimamente invasiva, ambulatoria, con un postoperatorio corto y prácticamente indoloro.

Consiste en una punción de una fibra láser que desprende energía calórica y, contrariamente a extraerla, provoca que la vena a tratar se cierre. Produce, así, menos molestias y una recuperación más rápida.

  • Microcirugía

Es una técnica ambulatoria y no invasiva, que se basa en la realización de mini-incisiones, con anestesia local y sin requerir hospitalización posterior.

Se caracteriza por su rapidez y comodidad: no necesita suturas, por lo que no deja cicatrices y no requiere reposo. La recuperación es excelente y los resultados son óptimos.

Sólo es importante el uso de una venda elástica.

  • Escleroterapia: 

La Escleroterapia es un tratamiento ambulatorio, no-invasivo y no quirúrgico. Consiste en inyecciones de sustancias esclerosantes (en consistencia líquida o espumosa) dentro de las venas varicosas, para lesionar e irritar sus paredes internas. Los esclerosantes son químicos que producen esclerosis, esto es, el endurecimiento de los tejidos.

Una vez inyectadas, provocan el cierre de la vena enferma, su endurecimiento y reemplazo por un cordón fibroso que, paulatinamente, es reabsorbido por el organismo. Finalmente, la várice es eliminada.

La duración del tratamiento depende de la extensión de la enfermedad venosa del paciente. Los cambios se irán viendo gradualmente, y para que las venas desaparezcan completamente pueden ser necesarias varias sesiones.

  • Presoterapia:

Es un sistema no invasivo, que utiliza la presión del aire para favorecer el drenaje linfático.

Mediante una funda que cubre las zonas a tratar, la terapia consiste en movimientos de compresión que estimulan la circulación y reducen los edemas venosos, linfáticos y postraumáticos, la insuficiencia venosa crónica y las úlceras en miembros inferiores.

Su objetivo, al eliminar las toxinas, es reducir el cansancio y la pesadez que las várices provocan. Además, ayuda a relajar los músculos y alivia contracturas, dolores y traumatismos.

  • Drenaje linfático manual

Tratamiento no invasivo y totalmente indoloro, que consiste en masajes profesionales, suaves, repetitivos y rítmicos sobre la piel, que tienen el objetivo de favorecer el funcionamiento del sistema linfático, facilitando el paso de sustancias y activando la circulación.

Esta técnica puede aportar soluciones a diferentes patologías, desde retención de líquidos hasta envejecimiento prematuro. En nuestro Servicio la indicamos en inflamaciones y edemas, ya sean producidos por un traumatismo, de origen circulatorio o por poca asimilación de líquidos.

Produce varios efectos:

  • Efecto anti-edemizante.
  • Efecto neural y acción tranquilizante.
  • Efecto inmunológico.
  • Efecto equilibrador sobre la musculatura.